Las mujeres practican menos ejercicio físico; ¿cómo cambiarlo?
Sin el estímulo, desde la infancia, de que los ejercicios físicos son una fuente de placer y cuidado personal, el hábito no persiste en la edad adulta. Y es común que las niñas se conviertan en mujeres que no entrenan tan a menudo como los hombres.
Los datos de la encuesta Vigitel 2021 del Ministerio de Salud destacan estas diferencias. Mientras el 31,3% de las mujeres practican al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana, el 43,1% de los hombres se ejercita con la misma frecuencia.
La falta de estimulación en la infancia es un factor que opera en nuestra vida actual. Las actividades de los hombres son más colectivas, como el fútbol con amigos el fin de semana. Las mujeres, en general, van al gimnasio solas, y el objetivo no es socializar o relajarse, como lo hacen los hombres, sino cuidar el cuerpo.
Este cuidado del cuerpo, no siempre se basa en el placer de la práctica, sino en la necesidad de ser aceptado y de encajar en el patrón estético cultural. A menudo, ella no quiere caer en ese patrón. Quiere vivir como quiere y, como una forma de romper la presión que le imponen, no hace los ejercicios. El problema de esto es que no se aprovechan los beneficios, como la reducción de la ansiedad y la depresión..
Hoy vemos en las escuelas que ya no hay una separación de ‘chicos juegan fútbol’, ‘chicas hula hoop’. Las actividades son para ellos y para ellos, juntos, y esto es más ventajoso. Cuando la escuela ofrece opciones para todos, los niños se animan igualmente a hacer los ejercicios.
División desigual de las tareas del hogar y su impacto en el ejercicio
Además de la falta de estimulación en la infancia, otros factores culturales tienden a dificultar la práctica de ejercicios por parte de las mujeres. Entre ellos, la división desigual de las tareas del hogar, la carga mental extra y las demandas por el cuidado de los hijos.
una de las dificultades que reportan las mujeres es no tener con quien dejar a sus hijos durante los entrenamientos. Es uno de los sesgos que hacen que las mujeres practiquen menos deportes.
Como solución, es importante mirar el ejercicio como un autocuidado y placer, además de pensar en soluciones prácticas.
[Busque] un gimnasio con área para niños, reúna a los amigos y jueguen en la piscina para pagar una niñera, o rote quién cuida a los niños ese día, o un padre que pueda quedarse con todos los niños. Es una red de apoyo importante, para llevar la carga que la mujer necesita para manejar sola la maternidad.
La presión estética favorece las lesiones en la mujer
Como las mujeres están menos expuestas al deporte y al ejercicio físico, cuando empiezan a practicar alguna actividad aumenta el riesgo de lesionarse. Esto sucede porque al cuerpo le falta el repertorio de movimientos que, en los hombres, se fomenta desde edades tempranas.
Cuando una persona no preparada hace un nuevo movimiento, se lastima. La percepción del dolor también es diferente, por no haber vivido otras experiencias, y el tiempo de recuperación suele ser más largo.
Otro factor de complicación es la presión estética por resultados rápidos, lo que lleva a la mujer a aumentar la intensidad de la práctica, sin la debida orientación, generando más lesiones. Mucho más que entender la parte científica, necesitamos entender los aspectos sociales y culturales, cuando hablamos de género y ejercicio.
Las mujeres y la sensación de seguridad
Para las mujeres, no basta con querer y empezar a hacer ejercicio físico. Correr por la calle de noche, por ejemplo, genera inseguridad. Incluso dentro de gimnasios o estudios, exponer el cuerpo a otras personas, bajo el juicio de otros, no es muy atractivo. ¿Qué hacer entonces?
Cuando hablamos de seguridad, hay varios obstáculos, pero tal vez puedas hacer que algunos amigos practiquen juntos, aumentando la sensación de protección.
Una solución que parece haber funcionado son los nichos de práctica, como estudios de pilates o ejercicios funcionales. Además de tener menos gente practicando, las clases se programan y se llevan a cabo en espacios más agradables.
Todo el contexto [de los gimnasios tradicionales] está pensado en la figura masculina, como la iluminación, la música. Las mujeres no encuentran un ambiente de práctica donde se sientan bien. Hay gente que no puede pisar el gimnasio por el olor.
¿El ciclo menstrual afecta el ejercicio?
Desde los aspectos fisiológicos, el ciclo menstrual realmente puede afectar la disposición a hacer ejercicio . Algunas informan una disminución de la energía antes o durante su período.
El ciclo puede no tener tanto impacto en una persona que ha estado haciendo ejercicio desde la infancia, pero esa no es la mayoría. Por lo general, cuando una mujer empieza a ser más activa en la edad adulta, puede tener ese bajón de energía todos los meses, y siempre queda la sensación de que empieza de nuevo.
Como solución, en lugar de omitir el ejercicio por completo, se sugiere un poco más de amabilidad contigo mismo y una reducción del ritmo. Si estás más cansado hoy, ¿qué tal un baile más tranquilo o una clase de estiramiento? Lo que vale es seguir adelante.
culturismo femenino
Ganar músculo no es una cuestión estética ni solo de hombres. Las mujeres pueden y deben hacer ejercicios de fuerza para asegurar un mejor acondicionamiento físico, acelerar el metabolismo, además de fortalecer las articulaciones, los huesos y el corazón.
Los ejercicios más conocidos de la categoría, también llamado entrenamiento de resistencia, son:
- Culturismo;
- pilates;
- Entrenamiento funcional;
- crossfit;
- Aeróbic acuático.
Beneficios de la actividad física
A pesar de ser similares, la actividad física y los ejercicios físicos son prácticas diferentes. Si bien la actividad involucra desde las tareas del hogar hasta los desplazamientos al trabajo, los ejercicios son más estructurados y planificados, con movimientos rítmicos y, generalmente, con la orientación de un profesional.
En pocas palabras: todo ejercicio físico es actividad física (ya que implica movimientos corporales voluntarios), pero no toda actividad es ejercicio, según el Ministerio de Salud .
Importancia de la actividad física para la salud
Control de enfermedades y condiciones de salud: las prácticas regulares ayudan a prevenir y controlar infartos, síndrome metabólico, presión arterial alterada, diabetes, depresión, ansiedad e incluso algunos tipos de cáncer.
Estado de ánimo mejorado : las actividades estimulan la producción de neurotransmisores, como las endorfinas, que favorecen la sensación de felicidad y relajación y reducen la ansiedad;
Aumento de energía: los ejercicios facilitan el aporte de oxígeno a los músculos, favoreciendo el sistema cardiovascular. Si el corazón y los pulmones están bien, todo el cuerpo tiene más energía.
Mejora del sueño: la práctica favorece la relajación, siempre que no se haga demasiado cerca de la hora de acostarse;
Mejora de la función cognitiva: los ejercicios también favorecen al cerebro, como las funciones de atención y memoria.