Las infecciones vaginales producen una inflamación de la vagina y/o vulva, y pueden estar causadas por un desequilibrio de las bacterias presentes en esas zonas o por una infección.

La candidiasis (infección por hongo) es la más frecuente en Europa. Suele provocar picor, enrojecimiento, dolor y un flujo más intenso u oloroso de lo habitual.

Con el tratamiento adecuado y unos hábitos de higiene sanos se puede recuperar la salud en la zona íntima en pocos días.

¿Qué es una infección vaginal?
Una infección vaginal o vulvovaginitis produce una inflamación tanto en la vagina como en la vulva, la parte externa de los genitales femeninos. No siempre se afectan ambas áreas de forma simultánea.

Las infecciones vaginales representan el 20% de las consultas ginecológicas en España, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). De hecho, el 75% de las mujeres experimentan un episodio de vulvovaginitis a lo largo de su vida.

Aunque estas infecciones pueden ocurrir en cualquier momento, son más comunes en los años reproductivos, o desde finales de la adolescencia hasta principios de los 40 años.

Síntomas de las infecciones vaginales
Las infecciones vaginales no siempre son perceptibles. Pero, si se desarrollan síntomas, probablemente se notarán algunos de los siguientes:

picor y ardor vaginal

dolor e incomodidad al orinar y/o tener relaciones sexuales

piel inflamada y enrojecida alrededor de la vagina y la vulva

más cantidad de flujo

cambio en el color y olor del flujo

sangrado o manchado vaginal

También se puede sentir dolor o ardor al orinar, si se tiene una infección del tracto urinario.