La importancia y el poder de la oración

Muchas veces estamos tan ocupados con la vida cotidiana que olvidamos el poder y la importancia que tiene la oración en nuestras vidas. Por lo general, cuando recordamos orar es para que Dios nos bendiga y nos solucione un problema que se nos ha presentado.

Por eso es trascendental conocer la importancia y el poder de la oración, porque cuando nos tomamos la oración como parte habitual de nuestra vida, comenzamos a aceptar la voluntad de Dios, y con su guía, seremos capaces de vivir en calma y con esperanza. Esto nos llevará a que podamos ver las señales divinas que nos envía para que sigamos por el camino que él nos trazó, y mantener la esperanza viva en nuestros corazones.

Pero debemos aprender que para alcanzar una mejor comunicación con Dios se necesita que nos tomemos un momento en el día donde haya calma y así logremos abrir nuestro corazón por medio de la oración, y lograr encontrar esa conexión divina con Nuestro Señor, donde podemos percibir su amor, comprensión y compañía. Esto nos llevará a tomar mejores decisiones en la vida, lo cual nos hará sentir felices.

La oración nos enseña que la vida no se trata de nosotros

Cuando vamos entendiendo la importancia de la oración, nos damos cuenta de que la vida no se trata sobre nosotros, sino que estamos acá para cumplir la voluntad de Dios, y eso lo aprendemos cuando oramos y entendemos que Dios tiene el control de nuestra vida, porque es el centro del universo. También nos enseña a ser más compasivos con los demás y tener nuestro corazón lleno de amor y humildad.

Aprender a rezar en familia

Como familia debemos transmitir a nuestros hijos el valor de la oración, ya que la fe es una parte importante de nuestra vida, sobre todo cuando estamos atravesando una etapa difícil, donde nos sentimos perdidos, con miedo y necesitamos esperanzas y fuerzas para soportar y superar los momentos difíciles, con sabiduría, teniendo siempre presente a Dios en nuestra vida como ejemplo y guía. Desde que nuestros hijos son muy pequeños, debemos enseñarles a rezar, y darle gracias a Dios por las cosas buenas que tenemos en la vida.