La importancia del Calendario

USOS DEL CALENDARIO
Seguro que en más de una ocasión te has preguntado hoy que día es. La respuesta a esta pregunta tan común la encontraremos en un sencillo pero útil aliado, el calendario.
Si tratáramos de mirar hacia atrás cuando se hicieron los primeros calendarios, encontraríamos que han estado en uso durante más de 2,000 años.
Esto sugiere que hace miles de años la gente ya había descubierto patrones de tiempo y estaciones. Afectaba cuando plantaban, cosechaban, cazaban y realizaban muchas otras tareas necesarias para su propia supervivencia.
Sin embargo, el calendario que conocemos y usamos hoy, el calendario gregoriano, comenzó a usarse alrededor de 1582. Nuestro uso de este calendario no es muy diferente de los que se usaban hace miles de años. Los usamos para realizar un seguimiento de los eventos sociales, así como de las citas.
Nos recuerda fechas importantes
Pues sí, un calendario no sólo nos ayuda a saber en qué día vivimos (a los más despistados les resulta útil también para saber el año…), organizamos nuestras vidas en torno a él.
Así pues son importantes para recordar fechas concretas importantes, como un cumpleaños o el aniversario.
Además hay fechas señaladas por sí. Tal vez algunas las haya inventado el Corte Inglés, como la primavera o la Navidad, pero aun así más vale acordarse de cuando cae el 14 de febrero.
El calendario sirve también para ubicar y recordar en el tiempo hechos destacados, estas son las conocidas efemérides.
Por si fuera poco el martirologio romano nos recuerda que cada día tienes sus santos, pero la cosa no acaba aquí.
Nos ayuda a ser productivos
Un papel importante de los calendarios en nuestro trabajo diario es ayudarnos a ser más productivos. Hay un par de maneras diferentes en que los calendarios pueden ayudarnos a hacer esto.
Primero, usar un calendario nos ayuda a crear una rutina en nuestro día. Como ejemplo, la mayoría de nosotros nos levantamos de la cama a una hora determinada, realizamos nuestros rituales diarios de aseo y desayuno, y luego nos dirigimos al trabajo.
Una vez que llegamos al trabajo, allí también caemos en un patrón. Muchos de nosotros encendemos nuestras computadoras, revisamos los mensajes de correo de voz en nuestros teléfonos y tomamos unos minutos para responder correos electrónicos.
Se podría argumentar que un calendario no es necesario para que completemos esas tareas. Pero para algunos, lo es. El uso de un calendario con franjas horarias permite a algunas personas asignar una cierta cantidad de su día a estas actividades antes de pasar a otras tareas menos rutinarias.
Una segunda forma en que usar un calendario nos ayuda a ser más productivos en nuestro trabajo diario es eliminando elementos de nuestras listas de “cosas por hacer”. De hecho, algunas personas usan sus calendarios para programar literalmente sus listas en su día.
Este método de trabajo asegura que los trabajos importantes no se queden fuera de la lista y que todo lo que se necesita hacer se haga realmente. De lo contrario, los deberes sobrantes pueden agregarse a la lista de tareas del calendario del día siguiente.
Recordándonos tomar un descanso
Finalmente, los calendarios son importantes para ayudarnos a programar el tiempo para tomar un descanso de vez en cuando. Los estudios han demostrado que las personas necesitan descansos de vez en cuando para mantenerse productivas y hacer más.
Pero algunos de nosotros nos enfocamos tanto en el trabajo que nos olvidaríamos de tomarnos un tiempo libre si no lo ponemos en el horario. Eso puede parecer tonto o demasiado estructurado, pero puede ser necesario para nuestro bienestar y eficiencia.
Es evidente que los calendarios se han utilizado durante mucho tiempo. Pero no han cambiado tanto en el importante papel que tienen previsto en nuestro trabajo diario.