¿Cómo desarrollar la percepción auditiva de un niño?
La percepción auditiva es un proceso muy complejo de percibir sonidos, diferenciarlos, combinarlos, recordarlos y analizarlos. No se trata sólo de oír, sino también de percibir adecuadamente lo que el niño oye. La percepción auditiva tiene que ver con el desarrollo del sistema nervioso. ¿A qué pueden conducir los trastornos de su desarrollo y, sobre todo, cómo mejorar esta habilidad en nuestro hijo?
¿Qué es la percepción auditiva?
Lo bien que oye un niño es importante no solo para su desarrollo intelectual general, sino, lo que puede parecer increíble, ¡también para el desarrollo de la voz y el habla! Si un niño pequeño tiene una discapacidad auditiva (por ejemplo, tiene problemas de audición), es obvio que percibe los sonidos de manera diferente y, por lo tanto, tiene problemas con la comunicación.
Sin embargo, los trastornos de la percepción auditiva también afectan a los niños que no están diagnosticados de pérdida auditiva, pero que tienen dificultades del habla, y por lo tanto también tienen muchos problemas emocionales y sociales, a veces también intelectuales.
La audición de un niño depende de:
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audición fisiológica, es decir, órganos auditivos que funcionan de manera eficiente
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audición fonémica (fonética), es decir, la capacidad de reconocer y distinguir sonidos
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la capacidad de extraer los sonidos escuchados
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combinación adecuada de sonidos, sílabas y palabras
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memoria auditiva, es decir, si el niño pequeño puede recordar una secuencia de palabras, por ejemplo, en una canción o un poema.
En resumen, el buen funcionamiento de la audición depende de si el niño habla correctamente o se comunica correctamente con el entorno. La percepción auditiva se puede estimular en un niño: el entrenamiento diario es extremadamente efectivo.
¿Cuándo comenzar los ejercicios de percepción auditiva?
Vale la pena iniciar el ejercicio de percepción auditiva cuando los pequeños aún no hablan, pero están felices de jugar. Gracias a la estimulación diaria, el niño tiene la oportunidad de evitar problemas con la articulación adecuada de las palabras, el aprendizaje de idiomas extranjeros y la comunicación general con otras personas en el futuro.
¡Importante! La motivación para hacer ejercicio con el niño no debe ser una clara alteración de la percepción auditiva. También vale la pena realizar dicho entrenamiento con niños pequeños que no tengan ningún problema auditivo.
Desarrollo de la percepción auditiva
Los ejercicios auditivos los puede realizar cualquier persona que cuide al niño y no es necesario que tenga una titulación especial o amplios conocimientos para hacerlo.
El entrenamiento auditivo fonético se puede iniciar aplaudiendo a un cierto ritmo (el tutor aplaude 2 o 3 veces, luego el niño tiene que repetirlo) o, en el caso de niños un poco mayores, aprendiendo los nombres de los animales (el padre pronuncia el nombre, repite el niño). Los ejercicios también son útiles para mejorar la percepción auditiva al hacer sonidos de animales de tal manera que el niño pequeño pueda subordinar un sonido dado a una imagen específica.
Por otro lado, para entrenar la memoria auditiva, puedes animar a tu hijo a aprender rimas y rimas sencillas. Otra diversión, que es igual de genial cuando se viaja, es repetir una secuencia de palabras. Por ejemplo, comenzamos con la palabra perro, la segunda persona le agrega un caballo y otro automóvil; el objetivo es recordar una serie de palabras diferentes en el mismo orden.
Cuando no tenemos la oportunidad de jugar con el niño, podemos darle juguetes apropiados. Estos pueden ser juguetes musicales (por ejemplo, un tambor o platillos) que motiven a tocar o tocar ritmos y melodías, pero también educativos, muchos de ellos emiten sonidos, hablan o cantan. Incluso los bebés de varios meses están ansiosos por imitar o balbucear los sonidos de los animales, repitiendo melodías y pronunciando letras.
Sin embargo, siempre debe recordar que los ejercicios de audición fonémica son efectivos cuando brindan mucha alegría y diversión, y no están asociados con el desempeño tedioso de tareas.